El 1° de septiembre de 1933, Carlos Gardel grabó una obra que hasta el día de hoy, me refiero a esta tarde de lunes del 15 de junio del 2015, no ha perdido vigencia, por lo menos para quien les escribe. La obra trata del tango llamado «Mi primer gol» de Horacio Pettorossi, Miguel Bonano y Alejandro Fattorini. Como van a poder apreciar a continuación, se trata de una suerte de declaración de amor a la mujer soñada, empleando metáforas futboleras y varias expresiones lunfardas de nuestro territorio. Luego, en 1968, el tango también fue grabado por la orquesta del pianista, compositor y director de tangos, Osvaldo Pugliese; con voz de Abel Córdoba. Se los dejo para que disfruten de…
«MI PRIMER GOL»
En la cancha de mi vida
quise yo tantear mi suerte
y me puse los colores
de esperanza que soñé;
intenté una gambeta,
pero con tu gran defensa
me parastes (sic) propiamente
cuando nada había nada que hacer.
No me intimidé por eso
y al junarte bien un claro
en la valla de tus ojos
levanté el tiro final
y otra vez que estaba solo
el referee de tu viejo
justamente cerca de tu arco
sonó el silbato de orsay.
Si profesional te has hecho
de tu amor de prepotencia,
no me caches si es que chingo,
que soy un pobre amateur.
Pero dejá que me asiente
a la redonda de tu alma,
que voy a firmar contrato
el el libro del querer.
Cuando mi línea ligera
te trabaje de entusiasmo,
a fuerza de mucho tino
te consiga dominar;
y yo al sentir que me alientan
los hinchas del sentimiento
le costará a tu defensa
mi avance desbaratar.
Y ya verás cuando entre un fuego
al latir del wing izquierdo
que, con un centro a mi labia,
te acorralé en un rincón;
ni el foul de tus intenciones
podrá evitar la caída
cuando en la red de tus labios
te acomode el primer gol.
Yo sé que me estás cachando
al campanear mi jugada
y al ver que me pongo loco
shotiando sin dirección
yo sé que sin darte cuenta
te vas a encontrar mariada,
cuando te esté peloteando
al arco del corazón.
FIN… ( Chan, chan… )
Fútbol y lunfardo
Tanto el tango, como el lunfardo son expresiones muy representativas de nuestra cultura nacional que se popularizaron casi de manera simultanea con el fútbol. Existe un lenguaje futbolero que originalmente se conformó con palabras que derivaban de las escuelas inglesas, instaladas en nuestra tierra. A esas voces, provenientes de los padres del deporte, se le fueron incorporando otras palabras surgidas del ingenio popular de los hinchas. A pesar de la estrecha relación entre el uso del lunfardo y la pasión por el fútbol del hombre común, muy pocas voces propias del fútbol pasaron al habla de los argentinos.
Esas palabras son parte de una suerte de jerga que todos comprendemos porque el fútbol es parte importante de la vida cotidiana de los argentinos
Continua…
Leandro Pigó